viernes, 19 de agosto de 2016

Las Multiples caras de la Culpa - www.vivianarodriguez.com



Toda emoción desempeña un papel importante en el ser humano. 
La culpa, sirve para reconocer que se ha errado e incita a conductas reparadoras. En este sentido podemos considerar que la culpa es una emoción positiva en el plano interpersonal.
La culpa surge de una evaluación negativa del yo específica, referida a una acción concreta, cuando se transgreden ciertas normas o reglas. Desde el punto de vista fenomenológico (la fenomenología de define como Teoría de los fenómenos o de lo que aparece): se experimenta dolor, pero en este caso el dolor tiene que ver con el objeto del daño que se ha hecho o con las causas de la acción realizada.
En la actualidad, entre los estudios de la emoción en general y de la culpa en particular, domina una visión mucho más positiva de esta emoción, una visión claramente influenciada por los planteamientos de Hoffman.
Cuando se habla de la culpa, tiende a entenderse el tipo de culpa asociada a la empatía: tendencia a la reparación de la acción, y de este modo, resulta esencial en el restablecimiento de las relaciones interpersonales que han podido resultar dañadas a consecuencia de la acción del sujeto.
También puede hablarse de culpa traumática como aquella que se asocia a una experiencia extrema que vive la propia persona o una persona cercana, con amenaza grave a la integridad física o psicológica y que constituye sin duda el peor factor pronóstico dentro de la historia natural del trauma.
Sólo en estos casos cuando una emoción como la culpa es excesiva, demasiado intensa o frecuente, puede revestir un carácter patológico, pero en general su función es meramente rehabilitadora. Tanto es así que sin necesidad de recurrir a la justicia, la culpa está relacionada íntimamente con nuestra conciencia moral e impide en general que transgredamos ciertas normas o vulneremos los códigos éticos por los que se rige nuestro grupo social.
En esto es en lo que reside el carácter regulador del sentimiento de culpa que se constituye así en una especie de “alarma interior” que viene a suplir los controles extrínsecos y evitarnos el sentir remordimientos.
De acuerdo con E. Echeburrúa, la culpa consta de tres elementos:

1. el acto causal (real o imaginario), 2. la percepción y auto-valoración negativa del acto por parte del sujeto (la mala conciencia), y 3. la emoción negativa derivada (el remordimiento).
Normalmente es más grave la culpa referida a la propia forma de ser (por ejemplo, “soy una mala persona”) que la que sentimos por una conducta concreta. El motivo es que lo primero no puede ser tan fácilmente reparado como lo puede ser un proceder inconveniente. La culpa intrínseca puede ocultar o ser sintomática de un cuadro patológico y puede generar depresión y menor apoyo social ya que el sujeto no lo busca.
La conciencia moral o el grado y la intensidad de los sentimientos de culpa de una persona deriva de las diferencias personales y de las pautas educativas recibidas. La introversión y los rasgos obsesivos son directamente proporcionales a los sentimientos de culpa. Un estilo educativo centrado en el castigo físico suscita respuestas agresivas pero estilos educativos del tipo “ya no te quiero”, “no ves cómo nos haces sufrir”, etc. son generadores de intensos sentimientos de culpa.
En el proceso de socialización todos desarrollamos empatía hacia los demás, una empatía auténtica que permite sentir lo que realmente le sucede a la otra persona. Esto supone que cuando hacemos a otro algo que viola nuestros códigos éticos nos sintamos culpables y empujados a reparar el daño ocasionado. Si esto no ocurre, es que existe alguna anomalía.
Una culpa “sana” es aquélla que responde a la necesidad de no sentir remordimientos y actuar acorde con ello más que por temor al castigo.
Según Laín Entralgo el arrepentimiento se da de tres formas:

1. arrepentimiento por vergüenza (cuando hemos transgredido nuestros principios éticos). 2. arrepentimiento por error (cuando nos hemos equivocado y no hemos actuado de forma adecuada).
3. arrepentimiento por deficiencia (cuando no se ha hecho todo lo que se hubiera podido para solventar una situación determinada).
Así como dijimos que un sentimiento de culpa exacerbado remite a una patología y puede ser causa o efecto de un estado depresivo e incluso inducir el suicidio, la inexistencia de sentimientos de culpa está relacionada con cuadros psicopáticos o personalidades paranoicas. En muchas ocasiones la reparación, en estos últimos casos, solo puede obtenerse recurriendo a la justicia.
La culpa es normal cuando el sujeto adquiere conciencia adecuada de la situación y adopta conductas de reparación y mayor responsabilidad de cara al futuro. No es normal si se mantiene en secreto, se limita al lamento sin tomar conciencia del motivo que la alimenta y sin buscar la acción reparadora.
Obviamente un mundo en el que no existiese el sentimiento de culpa, tendría que ser un mundo de absoluta justicia, un mundo de personas perfectas que jamás cometen errores y poseedoras de una conciencia ética inquebrantable. Como esto no es más que algo utópico, pensamos que la culpa sigue siendo un mecanismo positivo que nos permite resarcir nuestros remordimientos, corregirnos, enmendar lo que se ha hecho mal, y evolucionar como personas más conscientes en aras de una mayor responsabilidad respecto de nuestros semejantes.
Existen otras culpas transgeneracionales. Son hechos o eventos familiares que han ocurrido y de los cuales no somos conscientes, pero que están grabados a fuego en nuestro ADN o inconsciente (dependiendo tus creencias).
Tambien hay ciertas fidelidades en los sistemas, por ejemplo: todos son medicos, abogados, panaderos, musicos.  Y el hecho de que venga un nuevo miembro a la familia que no sienta esta vocación, se sentirá culpable inconsciente por no repetir este mandato.  A veces hay culpas por progresar, prosperar, por estudiar y tener un título cuando en la familia nadie pudo estudiar. También por tener hijos o no tenerlos, cuando en la familia el patrón ha sido otro.
Es importante entonces que comprendas qué tipo de culpas tienes sobre tus espaldas. 
En el consultorio y en mi propia terapia he observado que un 10% de las culpas personales son de esta vida. Y a medida que avanzamos en el proceso terapéutico y vamos revisando nuestras creencias, este porcentaje va variando. Pero de lo que no podemos tener control es del 90% de culpas inconscientes, que son mandatos o yugos que cargamos y que a pesar de que algunas veces no son para nada positivos, los repetimos fielmente.
Es por eso que transitar algunas terapias energéticas, le echan luz a estas culpas desconocidas para que luego podamos evaluar si nos sirve en este presente o podemos devolverla al origen.
La Comprensión amorosa de nuestro pasado y de la historia de nuestros ancestros de los cuales tenemos la vida, es una Sana Empatía que nos regala una Nueva mirada de nuestra propia Vida y de la Vida de las personas que nos rodean.

Compartió: Viviana Rodriguez Cortejarena - www.vivianarodriguez.com



Principales causas de la soledad - www.vivianarodriguez.com


En lo últimos años, la tristeza y la soledad han aumentando muchísimo en un período muy corto de tiempo. Sentirse aislado no sólo tiene efectos adversos sobre la salud mental, sino que afecta negativamente a la salud física.

Por otro lado, las crisis existenciales, hacen que nos alejemos de las personas sin razón para meditar sobre nosotros mismos, pasa que en exceso, esta costumbre se puede volver en contra.

Psicológicamente, la soledad se define como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias, que se presenta con síntomas de trastornos psicológicos y des-adaptación, como ansiedaddepresióninsomnio, abuso de drogas y alcoholismo.

Diversos estudios señalan que quienes no tienen lazos sociales, tienen tres veces más probabilidades de morir en el transcurso de nueve años posteriores, en comparación con quienes sí los tienen, de acuerdo con información publicada en el Huffington Post.

Son muchas las interrogantes respecto a los factores o causas de este mal; sin embargo, entre las más comunes se encuentran:

1. Edad. A diferencia del pasado, ahora las personas a mayor edad son desplazadas de la participación activa en una sociedad. Lo cual también lleva a la depresión. Requiere de la fuerza interna de las personas el buscar re-vincularse con pares en otros ámbitos fuera de lo que fue su entorno laboral.

2. Viudez y divorcio. Es necesario asumir y superar el duelo ante la pérdida de un ser querido o pareja porque, de lo contrario, puede originar depresión e incluso la muerte. Por su parte, quienes no pueden crear nuevos lazos afectivos o van de pareja en pareja tras un divorcio, refuerzan sus sentimientos negativos y alimentan el círculo vicioso de la soledad, la baja autoestima porque las parejas no son duraderas, o bien, hasta pueden llevarlos al abandono de si mismos.

3. Redes sociales. Pasar demasiado tiempo en Internet puede aislar a una persona de relaciones sociales e interacción personal. A lo cual se suma que pueden sentirse mal cuando alguien más expresa su felicidad y buen ánimo en las redes sociales. Las personas se convierten en expectadoras de la vida de los otros, frustrándose porque ellos han perdido o no pueden generar esos vínculos saludables.

4. Viajes. Aquellas personas que constantemente se trasladan o realizan viajes, tienen menos tiempo para socializar y establecer mejores relaciones sociales, lo cual conlleva a la soledad. Dependiendo como se mire, esta opción, puede darles mucha cultura, y si capitalizan positivamente esta experiencia de desapego podría cultivar relaciones saludables y positivas con muchas personas en muchas partes de su país o del mundo.

5. Genética. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Chicago, la soledad se origina en el cerebro, en el que ciertas zonas específicas se activan tras este sentimiento y al generarse el mismo. Por lo cual, incluso puede considerarse como un componente genético. Tambien, podemos agregar que además de la genética física, puede tratarse de comportamientos del Arbol Genealógico, con lo cual sería importante, para revertir esta situación, acudir a Terapeutas especializados en el tema a fin de poder comprender y sanar estas costumbres, si es que el consultante no se siente cómodo con esta costumbre.

Por lo cual, los especialistas recomiendan una serie de medidas para combatir o prevenir el sentimiento de soledad, entre ellas: fortalecer la autoestima, ampliar la red de amigos, tener más contacto físico con las personas, habla de lo que sientes y piensas, aprende a escuchar y a escucharte, evita salidas fáciles de los problemas y, sobre todo, aprende a ser solidario.

También es importante pedir ayuda, buscar en tu interior toda la creatividad y capacidad que tienes, soltar lo viejo y lo que te lastimó para así poder encontrar tus dones y virtudes que mostrarás a las personas que te rodean. Hay mucho dentro de cada uno de nosotros, y muchas veces la soledad, en lugar de ser un problema, puede ser una hermosa oportunidad para que puedas encontrarte.




Compartió: Viviana Rodriguez Cortejarena - www.vivianarodriguez.com


Fuente original: http://bienestar.salud180.com/salud-dia-dia/5-causas-de-la-soledad



DEPRESION: SINTOMAS Y HERRAMIENTAS - www.vivianarodriguez.com



DEPRESIÓN: SÍNTOMAS Y HERRAMIENTAS
La depresión es una de las enfermedades de las que más se habla en la mayoría de los
portales de Psicología, psiquiatría o de terapias alternativas, no sólo por las altas
estadísticas de personas que la sufren sino porque es una de las enfermedades que más
nos preocupan, por eso intentamos tratarlo desde todos los ángulos.
¿DEPRESIÓN O TRISTEZA?
En muchas ocasiones se confunde la con la depresión y, a pesar de que podría parecer
que están íntimamente ligadas, la realidad es que el hecho de que una persona sienta
un profunda tristeza no implica que por ello esté sufriendo una depresión. De la misma
manera, se ha tendido a utilizar con facilidad el término “estoy deprimido” cuando en
realidad lo que se padece es el típico “bajón“, en el que la apatía y la tristeza pueden
con uno.
Por lo tanto, podríamos definir la depresión como un trastorno del estado de ánimo,
que se manifiesta como un proceso de abatimiento e infelicidad que puede ser
transitorio o permanente. Muchas personas hablan de depresión, incluso muchos
creen tenerla, pero muchas veces se sobre-diagnostica la depresión, o se diagnostica mal,
llegando a tratarla en personas que sólo están tristes o atraviesan un momento delicado
en su vida.
La depresión suele afectar a mucha gente a lo largo de su vida. Hay ciertos momentos
en que podemos ser más vulnerables a ella, como el proceso de duelo por la pérdida
de un ser querido o problemas económicos o laborales, la ruptura de una pareja, etc.
Si bien algún pequeño sentimiento depresivo es normal en alguna parte de nuestra vida,
una depresión mayor es una condición seria que debe ser tratada porque afecta a todos
los ámbitos de la vida de la persona, tanto su vida social, como laboral y personal.
Generalmente, la persona depresiva tiende a buscar ayuda psicológica por la insistencia
de algún familiar que le hace percibir su realidad. Normalmente, la primera persona a
la que se acude es al médico de familia, tenemos que tener en cuenta que cada vez están
más especializados en este tipo de enfermedad aunque a veces pueden dar
pastillas directamente en lugar de derivar a una atención psicológica, pero cada vez se
tiene más en cuenta la psicología como un medio para volver a encontrar la luz.
SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN
Según los especialistas, hay diferentes tipos de depresión dependiendo de los síntomas
y la duración de estos en el tiempo: Depresión mayor- episodio único, depresión
mayor recidivante, trastorno distímico y trastorno depresivo no especificado. De ahí que
sea tan importante un buen diagnóstico, no sólo para diferenciar entre tristeza y depresión
sino también para poder diseñar el tratamiento adecuado para el paciente.
Antes de explicar los síntomas de la depresión tenemos que tener en cuenta
que hay determinados criterios que se deben de cumplir para poder diagnosticarla,
en este caso nos vamos a centrar en la depresión mayor.
En primer lugar, para diagnosticar depresión se necesita que se den cinco o más de los
siguientes síntomas durante un periodo de 2 semanas y que deben de reflejarse en la
actividad de la persona. En concreto, uno de los síntomas debe ser 1 estado de ánimo
depresivo o 2 pérdida de interés o de la capacidad para el placer.
1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día (por ejemplo: se siente triste o
vacío o tiene episodios de llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede
ser irritable.
2. Disminución del interés para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor
parte del día (según refiera el paciente u observen los demás)
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso sin razón aparente,
pérdida o aumento del apetito. En niños hay que valorar el fracaso en lograr los
aumentos de peso esperables
4. Insomnio o hipersomnia casi cada día
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás,
no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido)
6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día
7. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada, en algunos
casos son sentimientos delirantes. No estamos hablando de auto-reproches o
culpabilidad por el hecho de estar enfermo.
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día
(ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
9. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte). Ideación suicida
recurrente sin un plan específico o una tentativa o plan de suicidio.
Muchos de los pacientes que sufren o han sufrido depresión lo definen en palabras
coloquiales como un momento en el que han perdido la luz de sus vidas, están sumidos
en una oscuridad que parece que nunca va a alcanzar el fin, es como si la vida les costara,
como si respirar fuera demasiado trabajo para sí mismos e incluso, en los momentos
más difíciles es como si estuvieran “muertos en vida” pues están vivos pero sin la
capacidad de sentir otra cosa que no sea dolor.
El sentimiento de soledad y vacío en estos casos suele ser desbordante, no pueden
percibir ni sentir la calidez de las personas que se encuentran a su alrededor, porque
no hay nada que les calme (en los momentos más graves).
Se pierde la capacidad de sentir, del placer, las ganas de vivir pero a todos los que
estés pasando por este momento, les digo que todos los días sale el sol por lo que,
a pesar de que la oscuridad de la depresión y la tristeza agónica no les permita ver su luz,
todo dolor es temporal y pueden salir de ella.
CAUSAS DE LA DEPRESIÓN
Las causas aún no están muy claras, ni siquiera para los especialistas, pero sí hay varios
factores que pueden incidir en la prevalencia de esta enfermedad.
• Factores hereditarios: estudios realizados con familiares de personas tendientes a la
depresión, muestra que dentro de una misma familia, se incrementan las posibilidades
de padecerla.
• Factores fisiológicos: la depresión se debe a ciertas alteraciones del sistema
nervioso relacionadas con una deficiencia en la actuación de los neurotransmisores.
Por eso, los medicamentos utilizados para tratarla, suelen ser estimuladores del
sistema nervioso.
• Factores sociales: una mala calidad de las relaciones con nuestros semejantes, puede
crear un sentimiento de soledad que se convierta en depresión
• Factores físicos o climáticos: la prevalencia de depresión aumenta en aquellos países
que reciben poca irradiación solar
El mejor consejo que puedo darles es que en primer lugar, vayan al médico para
descartar un problema físico, tener un buen diagnóstico es la clave. En muchos casos es
muy beneficioso consultar a un psicólogo o un psiquiatra para que evalúe el síntoma y
pueda ayudarte.
En segundo lugar, y apoyando el tratamiento médico o psicológico puedes acompañar
con otras técnicas alternativas como Reiki, Yoga, Chi Kung o Qi Gong,
Sanación Energética, Constelaciones Familiares, Flores de Bach, Respiración,
Memoria Celular, etc.
Muchas veces estas tristezas aparecen como emociones no resueltas del pasado que
hoy afloran para que puedas sanar y comenzar tu proceso de Despertar, pero por supuesto,
no te dejes engañar a quienes te dicen que no necesitas un tratamiento médico, en caso
de necesitarlo. Muchas veces hay deficiencia de ciertas hormonas o sustancias químicas
en el cuerpo que si o si puede dártelo una medicación alopática y luego podrás mantener
tus emociones y la parte espiritual equilibrada con la ayuda de terapias alternativas o
energética.
Existen muchas herramientas para tratar este tipo de emociones, pero jamás
recomiendo abandonar un tratamiento alopático si el síntoma es muy crónico.
Considero que ambos tratamientos (el Alopático y el holístico) pueden ir de la mano,
apostando al Bienestar del paciente.
Deseo de Corazón que esta información sea relevante para tu vida o de algún ser
cercano a tu vida para que puedas ayudarlo.
Abrazo tu Corazón,
Viviana Rodriguez









DEPRESION: SINTOMAS Y HERRAMIENTAS - www.vivianarodriguez.com



DEPRESIÓN: SÍNTOMAS Y HERRAMIENTAS
La depresión es una de las enfermedades de las que más se habla en la mayoría de los
portales de Psicología, psiquiatría o de terapias alternativas, no sólo por las altas
estadísticas de personas que la sufren sino porque es una de las enfermedades que más
nos preocupan, por eso intentamos tratarlo desde todos los ángulos.
¿DEPRESIÓN O TRISTEZA?
En muchas ocasiones se confunde la con la depresión y, a pesar de que podría parecer
que están íntimamente ligadas, la realidad es que el hecho de que una persona sienta
un profunda tristeza no implica que por ello esté sufriendo una depresión. De la misma
manera, se ha tendido a utilizar con facilidad el término “estoy deprimido” cuando en
realidad lo que se padece es el típico “bajón“, en el que la apatía y la tristeza pueden
con uno.
Por lo tanto, podríamos definir la depresión como un trastorno del estado de ánimo,
que se manifiesta como un proceso de abatimiento e infelicidad que puede ser
transitorio o permanente. Muchas personas hablan de depresión, incluso muchos
creen tenerla, pero muchas veces se sobre-diagnostica la depresión, o se diagnostica mal,
llegando a tratarla en personas que sólo están tristes o atraviesan un momento delicado
en su vida.
La depresión suele afectar a mucha gente a lo largo de su vida. Hay ciertos momentos
en que podemos ser más vulnerables a ella, como el proceso de duelo por la pérdida
de un ser querido o problemas económicos o laborales, la ruptura de una pareja, etc.
Si bien algún pequeño sentimiento depresivo es normal en alguna parte de nuestra vida,
una depresión mayor es una condición seria que debe ser tratada porque afecta a todos
los ámbitos de la vida de la persona, tanto su vida social, como laboral y personal.
Generalmente, la persona depresiva tiende a buscar ayuda psicológica por la insistencia
de algún familiar que le hace percibir su realidad. Normalmente, la primera persona a
la que se acude es al médico de familia, tenemos que tener en cuenta que cada vez
están más especializados en este tipo de enfermedad aunque a veces pueden dar pastillas directamente en lugar de derivar a una atención psicológica, pero cada vez se tiene
más en cuenta la psicología como un medio para volver a encontrar la luz.
SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN
Según los especialistas, hay diferentes tipos de depresión dependiendo de los síntomas
y la duración de estos en el tiempo: Depresión mayor- episodio único, depresión mayor recidivante, trastorno distímico y trastorno depresivo no especificado. De ahí que sea
tan importante un buen diagnóstico, no sólo para diferenciar entre tristeza y depresión
sino también para poder diseñar el tratamiento adecuado para el paciente.
Antes de explicar los síntomas de la depresión tenemos que tener en cuenta que hay determinados criterios que se deben de cumplir para poder diagnosticarla, en este caso
nos vamos a centrar en la depresión mayor.
En primer lugar, para diagnosticar depresión se necesita que se den cinco o más de los
siguientes síntomas durante un periodo de 2 semanas y que deben de reflejarse en la
actividad de la persona. En concreto, uno de los síntomas debe ser 1 estado de ánimo
depresivo o 2 pérdida de interés o de la capacidad para el placer.
1. Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día (por ejemplo: se siente triste o
vacío o tiene episodios de llanto). En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede
ser irritable.
2. Disminución del interés para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor
parte del día (según refiera el paciente u observen los demás)
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso sin razón aparente,
pérdida o aumento del apetito. En niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos
de peso esperables
4. Insomnio o hipersomnia casi cada día
5. Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás,
no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido)
6. Fatiga o pérdida de energía casi cada día
7. Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada, en algunos casos son sentimientos delirantes. No estamos hablando de auto-reproches o culpabilidad por
el hecho de estar enfermo.
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día
(ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
9. Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte). Ideación suicida
recurrente sin un plan específico o una tentativa o plan de suicidio.
Muchos de los pacientes que sufren o han sufrido depresión lo definen en palabras
coloquiales como un momento en el que han perdido la luz de sus vidas, están sumidos
en una oscuridad que parece que nunca va a alcanzar el fin, es como si la vida les costara,
como si respirar fuera demasiado trabajo para sí mismos e incluso, en los momentos
más difíciles es como si estuvieran “muertos en vida” pues están vivos pero sin la
capacidad de sentir otra cosa que no sea dolor.
El sentimiento de soledad y vacío en estos casos suele ser desbordante, no pueden
percibir ni sentir la calidez de las personas que se encuentran a su alrededor, porque
no hay nada que les calme (en los momentos más graves).
Se pierde la capacidad de sentir, del placer, las ganas de vivir pero a todos los que
estés pasando por este momento, les digo que todos los días sale el sol por lo que,
a pesar de que la oscuridad de la depresión y la tristeza agónica no les permita ver su luz,
todo dolor es temporal y pueden salir de ella.
CAUSAS DE LA DEPRESIÓN
Las causas aún no están muy claras, ni siquiera para los especialistas, pero sí hay varios
factores que pueden incidir en esta enfermedad.
• Factores hereditarios: estudios realizados con familiares de personas tendientes a la
depresión, muestra que dentro de una misma familia, se incrementan las posibilidades
de padecerla.
• Factores fisiológicos: la depresión se debe a ciertas alteraciones del sistema nervioso relacionadas con una deficiencia en la actuación de los neurotransmisores. Por eso, los medicamentos utilizados para tratarla, suelen ser estimuladores del sistema nervioso.
• Factores sociales: una mala calidad de las relaciones con nuestros semejantes, puede
crear un sentimiento de soledad que se convierta en depresión
• Factores físicos o climáticos: la prevalencia de depresión aumenta en aquellos países
que reciben poca irradiación solar
El mejor consejo que puedo darles es que en primer lugar, vayan al médico para
descartar un problema físico, tener un buen diagnóstico es la clave. En muchos casos es
muy beneficioso consultar a un psicólogo o un psiquiatra para que evalúe el síntoma y
pueda ayudarte.
En segundo lugar, y apoyando el tratamiento médico o psicológico puedes acompañar
con otras técnicas alternativas como Reiki, Yoga, Chi Kung o Qi Gong,
Sanación Energética, Constelaciones Familiares, Flores de Bach, Respiración,
Memoria Celular, etc.
Muchas veces estas tristezas aparecen como emociones no resueltas del pasado que
hoy afloran para que puedas sanar y comenzar tu proceso de Despertar, pero por supuesto,
no te dejes engañar a quienes te dicen que no necesitas un tratamiento médico, en caso
de necesitarlo. Muchas veces hay deficiencia de ciertas hormonas o sustancias químicas
en el cuerpo que si o si puede dártelo una medicación alopática y luego podrás mantener
tus emociones y la parte espiritual equilibrada con la ayuda de terapias alternativas o
energética.
Existen muchas herramientas para tratar este tipo de emociones, pero jamás recomiendo abandonar un tratamiento alopático si el síntoma es muy crónico. Considero que ambos tratamientos (el Alopático y el holístico) pueden ir de la mano, apostando al Bienestar
del paciente.
Deseo de Corazón que esta información sea relevante para tu vida o de algún ser
cercano a tu vida para que puedas ayudarlo.
Abrazo tu Corazón,
Viviana Rodriguez






Síntomas de Ansiedad y Pánico - www.vivianarodriguez.com




Como detectar los síntomas de Ansiedad y Pánico en vos o en cualquier miembro de tu familia.

Para ver la nota en detalle, has clic aquí


Compartió: Viviana Rodriguez Cortejarena - www.vivianarodriguez.com



jueves, 18 de agosto de 2016

LOS RAYOS GEMELOS TIENEN CONECTADOS LOS CHAKRAS. Por Susannah

Es tal cual!!!



"La telepatía del alma gemela que es nuestro complemento divino, se recibe a través de los chakras corona, tercer ojo o por el corazón (información emocional, mental, energética y la intuición que es la sabiduría del alma) sintiendo la conexión cada vez más fuerte por el bien de ambos. Así es como las almas gemelas se comunican entre sí - la conexión entre sus corazones es muy intensa., se siente mucho amor aunque no tengan contacto en el plano físico. No hay que creer que esto es difícil, el rayo gemelo es otra parte de nosotros mismos como lo es el ser divino, el yo superior, el ángel de la guarda o el ser crístico."

Lee el mensaje completo, ingresando a: 

http://mensajesdelsur.blogspot.com.ar/2016/08/los-rayos-gemelos-tienen-conectados-los.html

Compartió: Viviana Rodriguez Cortejarena - www.vivianarodriguez.com